Busca resocializar a la población penal, disminuir la pena máxima y eliminar algunos delitos.
Este lunes 6 de febrero, el Ministerio de Justicia radicó ante el Congreso el proyecto de ley de humanización carcelaria, cuyo propósito es lograr que la sociedad comprenda “que la restauración social no solo depende de una pena”.
“El tema general es modernizar el sistema penal y penitenciario de tal modo que le ofrezca a la sociedad lo mejor que puede ofrecerle un sistema de ese tipo y no lo que está ocurriendo en la actualidad, donde tenemos un sistema puramente carcelero que ha hecho de estas unas escuelas del delito”, resalto el ministro de Justicia, Néstor Osuna.
La reforma de la política carcelaria le apunta a que las personas obtengan su libertad de manera progresiva con permisos de 72 horas, en un principio.
Posteriormente se contemplarían permisos los fines de semana y salidas a trabajar durante el día.
“Algo novedoso que no hemos dicho antes es la gradualidad. Los beneficios van empezando pequeños y si la persona va estudiando, va trabajando y va cumpliendo el reglamento penitenciario va accediendo a premios mejores hasta que ya termina la cárcel”, agregó Osuna.
A su vez, busca reducir la pena máxima de 60 a 40 años de prisión y eliminar de los delitos de “terrorismo en la protesta social”, “inasistencia alimentaria”, “injuria y calumnia”, por ejemplo.