El alto tribunal aclaró que la ley de desconexión laboral no tendría vigencia en caso de extrema necesidad.
Para el alto tribunal, el descanso no es solo reposo, sino un espacio autónomo, libre, en el que las personas deciden qué hacer o no, con el tiempo de su vida fuera de la actividad laboral.
Asimismo, se estableció que la desconexión laboral abarca una dimensión del descanso y, al mismo tiempo, establece un límite al poder jerárquico. Es un reclamo de un espacio independiente, libre de interferencias, que permite concretar otras garantías, como la salud de los trabajadores, la disponibilidad de su tiempo libre y la conciliación entre la vida laboral, personal y familiar, con un impacto diferenciado en las mujeres, según lo declarado por la Sala Plena.