El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha mantenido un inusual silencio tras la aprobación de la polémica reforma a la salud por la Cámara de Representantes. Su «agenda privada de gobierno» se ha convertido en motivo de especulación al no participar en eventos públicos y abstenerse de publicar en sus redes, incluso por más de 17 horas en X. Sorprendentemente, Petro no asistirá a la ceremonia de posesión del comisionado para la Paz ni a la de ascensos en el Ejército, generando interrogantes sobre su ubicación y postura ante eventos clave.
Este comportamiento contrasta con su participación reciente en una rueda de prensa en la Casa de Nariño, donde criticó los resultados educativos en Colombia. La incertidumbre crece, y la ausencia de comentarios sobre la reforma a la salud, un tema de gran relevancia, genera desconcierto en la opinión pública. La comunidad espera una respuesta del mandatario, y la falta de información alimenta especulaciones sobre posibles motivos detrás de su retiro de la escena pública en un momento crucial para el país.
