En un devastador incidente, un avión militar ruso se estrelló con 65 prisioneros ucranianos a bordo, todos los cuales perdieron la vida, según informó el gobernador local. La aeronave se dirigía hacia la frontera para participar en un proceso de intercambio de prisioneros cuando ocurrió la tragedia.
Las autoridades rusas, en un primer momento, no lograron determinar la causa exacta del siniestro. Sin embargo, Moscú sorprendió al atribuir el accidente a un presunto ataque proveniente de Ucrania. Hasta el momento, Ucrania no ha respondido oficialmente a estas afirmaciones.
«A bordo se encontraban 65 soldados prisioneros del ejército ucraniano, trasladados hacia la región de Belgorod con vistas a un canje, seis tripulantes y tres acompañantes», indicó la agencia estatal de noticias RIA Novosti.
Este trágico suceso plantea preguntas urgentes sobre la seguridad y las medidas preventivas en las operaciones de intercambio de prisioneros, así como sus implicaciones geopolíticas. Las tensiones entre Rusia y Ucrania ya eran elevadas, y este incidente podría agravar aún más las relaciones bilaterales.
Las investigaciones están en marcha para esclarecer las circunstancias exactas del accidente. La comunidad internacional observa con atención, esperando conocer la verdad detrás de esta dolorosa tragedia que ha dejado a muchas familias en luto.