Durante la conmemoración del intento de golpe de Estado de 1992, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, lanzó una declaración polémica al afirmar que ganará las elecciones presidenciales de 2024 «por las malas o por las buenas». Estas palabras han generado inquietud tanto dentro del país como en la comunidad internacional, donde se observa un creciente escrutinio sobre la situación política en Venezuela.
La advertencia de Maduro sobre el resultado de las elecciones próximas ha encendido las alarmas sobre el estado de la democracia en el país sudamericano. Este mensaje llega en un momento en que la oposición y varios sectores de la sociedad venezolana claman por unas elecciones justas y transparentes, en medio de denuncias de irregularidades en procesos electorales anteriores.
La falta de detalles sobre cómo Maduro planea asegurar su victoria en las urnas ha generado aún más incertidumbre. Además, la suspensión de la candidatura de María Corina Machado, una figura destacada de la oposición, plantea dudas sobre la legitimidad y la competencia del proceso electoral venidero.
Estas declaraciones también han llamado la atención en el ámbito internacional, con varios líderes y organismos expresando su preocupación por el futuro de la democracia en Venezuela. En Colombia, la representante Katherine Miranda expresó sorpresa por el «silencio» del gobierno colombiano ante las palabras de Maduro, subrayando la importancia de una respuesta firme ante posibles amenazas a la democracia en la región.
En resumen, las declaraciones de Maduro sobre las elecciones de 2024 han intensificado el debate sobre la democracia y el proceso electoral en Venezuela, destacando la necesidad de una vigilancia internacional continua y una respuesta decidida para garantizar la integridad del proceso democrático en el país.
