La emotiva despedida del ídolo escarlata quedó opacada por los disturbios de hinchas en la final de la Copa Betplay ante Atlético Nacional.
Adrián Ramos vivió una amarga despedida con el América de Cali en la final de la Copa Betplay, un partido marcado por la violencia en el estadio Pascual Guerrero. El delantero, que jugaba su último encuentro con los escarlatas, no pudo contener las lágrimas tras los desmanes protagonizados por un grupo de hinchas en la tribuna sur al minuto 83.
A pesar de los esfuerzos de la Policía Nacional y su unidad UNDMO, fue imposible controlar la situación debido a los más de 44,000 asistentes, lo que sobrepasó la capacidad de los encargados de seguridad. Muchos hinchas que no participaron en los disturbios aprovecharon el momento para ovacionar a Ramos, un ídolo que deja un legado imborrable tras su regreso al club hace tres años.
En la rueda de prensa previa al encuentro, Ramos había confirmado su despedida del América de Cali con palabras llenas de agradecimiento y pasión. «Si en Colombia no juego en América, no jugaré en ningún otro club», expresó el delantero, dejando en el aire si este partido marcó el final definitivo de su carrera.
La noche, que debía ser de gloria y emociones, se convirtió en un escenario agridulce, empañado por los actos de violencia que opacaron la despedida de una leyenda del fútbol colombiano.
