En la prisión de Santa Catarina, Brasil, se ha implementado un método inusual de seguridad: los «Agentes Gansos». Estos animales asumen la responsabilidad de patrullar un área verde entre la valla interior y el muro exterior principal de la prisión.
Según el director de la institución, esta decisión se debe a que los gansos resultan más económicos de mantener en comparación con los perros. Además, se destaca su eficacia para mantener la calma dentro del establecimiento, funcionando en conjunto con la vigilancia electrónica y física ya existente.
Esta peculiar estrategia ha llamado la atención por su originalidad y eficacia en el control del perímetro carcelario.