La falta de lluvias y el aumento del consumo de agua en Bogotá obligan a la alcaldía a considerar nuevas medidas de racionamiento a partir del 21 de septiembre.
La preocupación por la disponibilidad de agua en Bogotá vuelve a crecer debido al bajo nivel de los embalses que abastecen a la capital y sus alrededores. En los últimos meses, las lluvias esperadas no se han presentado, agravando la crisis hídrica que ya había llevado al inicio del racionamiento de agua a principios de año. Aunque las restricciones habían sido flexibilizadas, la situación se complica nuevamente.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, advirtió en una reciente rueda de prensa que, de continuar el bajo nivel de lluvias y el aumento del consumo en los hogares, el 21 de septiembre podrían implementarse nuevas medidas de racionamiento de agua. La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá informó que agosto fue el mes más seco en el Sistema Chingaza en los últimos 55 años, lo que ha generado un preocupante descenso en los niveles de los embalses.
Además, el consumo de agua en la ciudad ha aumentado, con un promedio de 16,89 m³ por hogar, cuando el objetivo de las autoridades es mantenerlo por debajo de 15 m³. Galán hizo un llamado a la ciudadanía para redoblar esfuerzos y ahorrar agua, no solo pensando en los próximos meses, sino también en la sequía prevista para el inicio de 2025.
