General Motors ha dado a conocer una noticia impactante para la industria automotriz colombiana: el cese de la producción de vehículos en su planta Colmotores, ubicada en el país sudamericano. Esta decisión implica el inicio del desmantelamiento de la instalación industrial y, lamentablemente, conlleva la pérdida de empleo para aproximadamente 850 trabajadores.
La declaración oficial de la compañía señala que esta medida responde a una estrategia corporativa destinada a reorientar sus actividades en Colombia y Ecuador hacia la comercialización, venta y postventa de vehículos. Esta transformación operativa busca adaptarse a los desafíos actuales del mercado, incluida la creciente fragmentación y la subutilización de las plantas de Colmotores y GM OBB, que operan al 9% y 13% de su capacidad instalada, respectivamente.
Aunque el cierre de la planta implica el fin de la producción de vehículos en Colombia, General Motors asegura que la marca Chevrolet seguirá presente en el país, manteniendo su venta y operando el programa de ahorro Chevyplan.
Sin embargo, el despido masivo de trabajadores requiere la autorización del Ministerio del Trabajo debido a su impacto en más del 10% de la fuerza laboral. Ante esta situación, Santiago Chamorro, presidente y director general de GM Sudamérica, ha expresado la comprensión de la compañía hacia el impacto humano de esta decisión. En este sentido, la empresa ha diseñado un plan de cierre de contratos laborales que ofrece beneficios superiores a los requerimientos legales, así como un programa sólido de reubicación laboral.
El cierre de la planta de Colmotores representa un hito significativo en la historia de la industria automotriz colombiana, generando preocupación no solo por la pérdida de empleos, sino también por el impacto económico y social en la región.