El presidente colombiano detiene las negociaciones tras un ataque en Catatumbo que dejó cinco muertos, desplazó civiles y generó condena internacional.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la suspensión de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) luego de un ataque que calificó como crimen de guerra en la región del Catatumbo.
En su cuenta de X, Petro afirmó: “El proceso de diálogo con este grupo está suspendido, el ELN no tiene voluntad de paz”. Este pronunciamiento surge después de que combatientes del ELN asesinaran a cinco exguerrilleros de las FARC que habían sido desmovilizados tras el acuerdo de paz de 2016. Además, se reportaron ataques contra miembros del Estado Mayor Central (EMC), una facción disidente de las FARC que negocia por separado con el gobierno.
Los recientes actos de violencia no solo han desplazado a civiles, sino que también provocaron la condena de la ONU. Las conversaciones de paz, que se retomaron en 2022, ya habían enfrentado tropiezos, como un ataque explosivo en septiembre que mató a dos soldados.
El proceso también se complicó con las negociaciones paralelas entre el gobierno y una facción escindida del ELN en el suroeste del país, mientras el grupo reanudaba actividades como secuestros, bombardeos de oleoductos y ataques a las fuerzas de seguridad.
La situación refleja la complejidad de buscar la paz en un país marcado por décadas de conflicto armado.
