La vicepresidente Francia Márquez ha levantado una voz contundente en defensa de la exsenadora Piedad Córdoba, resaltando una preocupante disparidad en la percepción y el reconocimiento hacia su figura. En su declaración pública, Márquez destacó el papel fundamental de Córdoba en la liberación de secuestrados y su compromiso inquebrantable con la construcción de la paz en Colombia.
Márquez hizo hincapié en que, a pesar de los significativos esfuerzos de Córdoba y sus logros en el ámbito humanitario, ha sido objeto de un trato injusto y discriminatorio. La vicepresidente señaló que si Córdoba no fuera una mujer negra, su contribución a la sociedad colombiana habría sido ampliamente celebrada y honrada con un monumento. En cambio, lamentablemente, se la ha estigmatizado injustamente con la etiqueta de «guerrillera», ignorando su trabajo humanitario y su dedicación a la búsqueda de la paz.
Este caso resalta la persistencia de la discriminación racial y de género en la sociedad colombiana, lo cual es una preocupación urgente que debe abordarse. Márquez enfatizó la importancia de reconocer y valorar las contribuciones individuales hacia la paz y la reconciliación nacional, independientemente de la identidad racial o de género de las personas involucradas.
La declaración de Márquez llama a la reflexión sobre la necesidad de construir una sociedad más inclusiva y justa, donde todas las personas sean tratadas con dignidad y respeto, y donde se reconozca y celebre el trabajo humanitario sin caer en estereotipos o prejuicios injustos.
