Los operativos al estilo Bukele implementados en las cárceles de Santa Fe, Argentina, han generado un intenso debate sobre la efectividad de las medidas de seguridad y el respeto a los derechos humanos. Las imágenes de reclusos semidesnudos, con las manos atadas y en fila, han causado controversia, siendo comparadas con las acciones llevadas a cabo por el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador.
Mientras algunos celebran estas medidas como necesarias para combatir la delincuencia, otros cuestionan su legalidad y humanidad, señalando que podrían constituir una violación de los derechos fundamentales de los presos. En medio de este escenario, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, expresó su apoyo a las acciones del gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, destacando la importancia de mantener el orden y la seguridad en las cárceles frente a las amenazas de grupos criminales que operan desde su interior.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han manifestado su preocupación por posibles abusos y han instado a las autoridades a garantizar el respeto a la dignidad y los derechos de los reclusos durante estos operativos.