En un fatídico suceso en el aeropuerto internacional de Haneda, Tokio, un avión A350 de Japan Airlines se vio envuelto en llamas después de aterrizar en la pista. El vuelo 516, que partió de Sapporo con destino a Haneda, llevaba a bordo a 367 pasajeros y 12 miembros de la tripulación. Afortunadamente, todos fueron evacuados de manera segura, incluyendo ocho niños menores de 2 años, según confirmó un representante de la aerolínea a CNN.
Sin embargo, la tragedia tomó un giro aún más desgarrador cuando se reveló que una aeronave de la Guardia Costera de Japón, posiblemente un MA722 de ala fija, chocó con el vuelo comercial 516 en la pista del aeropuerto. El incidente ocurrió mientras la aeronave de la Guardia Costera participaba en las operaciones de socorro tras el reciente terremoto de magnitud 7,5 que azotó la región.
La Guardia Costera confirmó a CNN que, a pesar de la colisión, un ocupante de su avión logró escapar, mientras que cinco se encuentran en paradero desconocido. Un portavoz de la Guardia Costera declaró que la aeronave se dirigía desde el aeropuerto de Haneda a una base aérea en la prefectura de Niigata para contribuir a las labores de socorro.
En medio del caos en el aeropuerto, los equipos de emergencia trabajaron arduamente para sofocar las llamas y asegurar la zona. Tanto Japan Airlines como la Guardia Costera de Japón han iniciado investigaciones para determinar las causas del trágico incidente. La atención se centra en esclarecer las circunstancias que llevaron a esta colisión aérea en un momento crítico para la nación japonesa, que enfrenta las secuelas de un devastador terremoto.
