Durante su participación en un evento gubernamental en Brasil, la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, emitió declaraciones profundas y reflexivas sobre el proceso de cambio político en su país y la importancia de la unidad en América Latina.
Márquez destacó la complejidad y la profundidad del cambio político que busca implementar junto al presidente Gustavo Petro. Enfatizó que este cambio no puede lograrse en un corto período de tiempo, sino que es el resultado de siglos de una política que ha sembrado la violencia y la muerte en Colombia. Aludiendo a los 500 años de historia, Márquez reconoció que erradicar estas dinámicas llevará tiempo y esfuerzo continuo, incluso trascendiendo las generaciones actuales.
Sus palabras reflejan una comprensión profunda de los desafíos que enfrenta Colombia en su búsqueda de una transformación política y social. Márquez reconoce que la consolidación de la paz y la justicia requiere un compromiso a largo plazo y una voluntad constante de desmantelar las estructuras de poder arraigadas en la sociedad colombiana.
Además, Márquez hizo un llamado a la unidad latinoamericana, destacando la importancia de que los países de la región trabajen juntos para abordar los desafíos comunes y evitar la desarticulación política que puede surgir con cada cambio de gobierno. Subrayó que los procesos de integración deben ser duraderos y estar impulsados por los propios pueblos latinoamericanos y caribeños, más allá de los intereses políticos de los gobiernos en turno.
En resumen, las palabras de Francia Márquez reflejan una visión profunda y comprometida con el cambio político y la unidad regional en América Latina. Sus reflexiones ofrecen una perspectiva valiosa sobre los desafíos y las oportunidades que enfrentan los países de la región en su búsqueda de un futuro más justo y equitativo.