El gobierno canadiense cancela los permisos de trabajo temporales para visitantes extranjeros, buscando limitar la inmigración y preservar la integridad del sistema migratorio.
El gobierno de Canadá ha decidido dejar de otorgar permisos de trabajo a visitantes extranjeros, una medida que se había implementado durante la pandemia de Covid-19 para facilitar la integración laboral de inmigrantes y solicitantes de refugio. La decisión, anunciada recientemente, tiene como objetivo limitar la cantidad de trabajadores extranjeros y recalibrar el número de residentes temporales en el país, según informó el Ministerio de Inmigración.
La política, que originalmente iba a expirar en 2025, se ha cancelado de manera inesperada. Según las autoridades canadienses, esta decisión se tomó para «preservar la integridad del sistema de inmigración» y responder a las crecientes preocupaciones sobre el impacto de la inmigración en la economía local. Desde que se instauró en 2020, más de 4,700 personas han recibido permisos de trabajo bajo este programa, beneficiándose de la posibilidad de laborar en Canadá mientras mantenían su estatus de visitante.
El cambio en la política migratoria se produce en un contexto de aumento en el costo de vida, escasez de viviendas asequibles y un desempleo creciente entre los nuevos inmigrantes. En este sentido, el gobierno canadiense también ha anunciado su intención de reducir la inmigración permanente y limitar el número de estudiantes y trabajadores extranjeros temporales que ingresan al país.
Estas decisiones reflejan un enfoque más restrictivo hacia la inmigración en Canadá, generando diversas reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Mientras algunos apoyan la medida por considerar que ayudará a mitigar la presión sobre el mercado laboral y el sistema de vivienda, otros critican la falta de apoyo a los nuevos inmigrantes y trabajadores temporales, quienes consideran vitales para el desarrollo económico y cultural del país.
