El futbolista vuelve a ser multado por temas ambientales.
El futbolista brasileño recibió una sanción de USD 3,3 por cometer múltiples infracciones ambientales, al construir sin permiso un lago artificial en su mansión de Mangaratiba, en las afueras de Río de Janeiro, y que fueron suspendidas por las autoridades medioambientales.
Hace dos semanas, la residencia fue visitada por las autoridades medioambientales, que descubrieron diversas irregularidades, embargaron las obras y prohibieron el uso del lago, una decisión que Neymar luego incumplió, según vídeos publicados en internet con imágenes de una fiesta que ofreció allí.
Entre las «decenas de infracciones» detectadas, se encuentran la «realización de una obra pasible de control ambiental sin autorización», «captación y desvío de agua de río sin autorización», y «remoción de tierras y supresión de vegetación sin autorización», según la nota.