Expertos en relaciones y salud resaltan la relevancia de mantener una actividad sexual regular para disfrutar de beneficios tanto cardiovasculares como emocionales. La Fundación Española del Corazón destaca que el sexo, al ser un ejercicio aeróbico, contribuye a la quema de calorías, reducción del estrés y mejora de la salud emocional.
Se ha comprobado que una vida sexual activa está vinculada a la prevención de enfermedades. Durante la actividad sexual, se elevan los niveles de inmunoglobulina, fortaleciendo el sistema inmunológico y ayudando a combatir infecciones. Además, se ha demostrado que la práctica sexual periódica reduce las posibilidades de padecer un infarto.
El Dr. Ignacio Fernández Lozano, vicesecretario de la Sociedad Española de Cardiología, señala que la práctica sexual regular, con orgasmos que desencadenan la liberación de hormonas como adrenalina, endorfinas y oxitocina, mejora la circulación sanguínea y contribuye a mantener una salud cardiovascular óptima.
El ‘coaching’ en relaciones Jake Maddock recomienda una frecuencia sexual de dos a tres veces por semana para fortalecer el vínculo emocional en relaciones a largo plazo. Sin embargo, destaca que la flexibilidad en esta cifra es esencial, adaptándose a la comodidad y rutinas establecidas por las parejas.
La creatividad y la ruptura de la monotonía en la vida sexual también son aspectos esenciales para mantener viva la chispa en la relación. La importancia del sexo va más allá de lo físico, influyendo positivamente en la salud mental y emocional de las personas.
En conclusión, la actividad sexual regular no solo aporta placer y conexión emocional, sino que también se erige como un componente vital para una vida cardiovascular saludable y una mayor resistencia a enfermedades.
